Sobre…la artista getxotarra Higinia Garai

Viene de una familia de gran tradición artística, que considera es un autentico caos. Creció con dos madres y dos padres, familias separadas, no solo físicamente sino también en actitudes y valores ante la vida. A pesar de ese distanciamiento, dice con orgullo que siempre se ha sentido realmente querida, y eso supera en creces cualquier otra falta.

Le da miedo morir, no le gusta Sandra Bullock ni el corte inglés, y le encanta el olor de la lluvia recién caída sobre el asfalto caliente en verano y necesito dibujar para sentirme conectada conmigo y con el mundo.

La primera vez que escribió su nombre fue dibujando un personajillo en cada letra. Desde entonces no ha dejado de mirar el universo que la rodea y las experiencias que este mismo le evoca a través de un lapicero.

Trabaja en el mundo del diseño gráfico, web e ilustración, que es lo que realmente le apasiona, aunque cada vez es más consciente de las ventajas de hacerlos convivir a todos.

Se declara feminista y anticapitalista (considera que tiene mucho que ver con las diferencias de género), aunque al mismo tiempo también es consciente que es el sistema en el que vive y en el que ha crecido; por lo tanto vive con estas contradicciones intentando tomar conciencia cada vez más del discurso adquirido y el propio.
Lo que más le gusta colaborar con proyectos en los que cree a nivel ideológico, aquellos que tratan de hacer del mundo un lugar mejor.

¿Cuál fue tu primera impresión al recibir el pedido de hacer una ilustración sobre el aborto? 

Lo primero que pensé es que quería hacerlo. Es un tema con el que me sensibilizo y además, el encargo me permite profundizar en el tema, lo cual es muy enriquecedor.

En todos estos años has creado todo tipo de ilustraciones, desde carteles de festivales de música, a carteles sobre temática de derecho o incluso ilustraciones en libros, ¿Qué fue lo que te atrajo del proyecto exactamente? 

Siempre me atraen los temas de injusticias, y más, si están relacionados con la mujer. Poder trabajar en algo en lo que crees es una de las cosas más gratificantes del mundo. He tenido la suerte de trabajar bastante en contextos feministas y de injusticia social.

Los carteles y postales son muy coloridos y bellísimos, desde luego no dejan a nadie indiferente porque llaman mucho la atención a primera vista pero, ¿qué representan tus ilustraciones?

Cada cartel representa la historia de una mujer en un país hispano-americano diferente, excepto El Salvador, que son dos casos. Como eran 4 carteles me parecía bonita la idea de desarrollar un proyecto global, es decir, que cada cartel por separado tuviese un significado pero juntos cobrasen todo el sentido del discurso sobre las injustas leyes antiabortivas. Para ello, me centré en representar en cada uno, además de la historia de la mujer, uno de los casos en los queda patente esta injusticia. Así el de Nicaragua representa el aborto terapéutico, en el de Ecuador, me centre en la libertad personal de abortar y en las violaciones (sobre todo de menores) y en los de El Salvador, en uno hay referencias a frenar la criminalización de la sociedad, y en el otro a la necesidad de justicia (y ausencia de la iglesia) en los procesos.

Son historias distintas y de tres países diferentes, ¿qué reto significa esto para ti?

El reto era que todos tuviesen un hilo conductor pero que se pudiesen diferenciar, por eso pensé en utilizar gamas de colores parecidos, pero fondos representativos de cada país. Estos colores base están sacados de las banderas, junto con referencias folclóricas de cada país.

Representar un tema tan abstracto y controvertido como el aborto sin caer en los tópicos no debe ser nada fácil. Se ve que hay mucho simbolismo y poesía en tu trabajo, ¿es conditio sine qua non introducir la imagen de un feto para representar el aborto?

El tema del aborto es un muy personal y es fácil herir sensibilidades y conciencias, ya que cada persona lo vive de una manera. Por eso, creo que una imagen de feto no es lo más apropiado en este debate, ya que remite a la de la vida de un ser humano. Hay muchas formas de hablar de lo mismo de una manera metafórica, sin entrar en la controvertida discusión de si es matar una vida o no.

Cuéntanos un poco como es el proceso que sigues para hacer las ilustraciones, ¿tienes que leer mucho antes de tirar el primer boceto?

Me gusta leer primero el briefing y dejar que las ideas maduren en mi cabeza. Es decir, lo leo, y sigo sin meterme en ello durante días, pienso sobre ello cuando voy a la compra, cuando estoy relajada… intento pensar como lo veo yo, que al fin y al cabo creo que es lo que puedo aportar, mi visión personal. Hasta que cojo un lápiz dejo un espacio de tiempo, en el que permito que la idea vaya floreciendo en forma y estética.

Generalmente lo que mas cuesta es el primer boceto, que es donde defino el estilo del resto. Me gusta tener primero una visión global de todo el proyecto, hacia donde voy a enfocarlo en conjunto. Si tomo la decisión de representarlo de una manera, antes de realizarlo, pienso como se va ajustar a cada caso, por si alguno no me acaba de cuadrar. Hago además, un poco de investigación sobre el país, costumbres, colores, como se representan las cosas, cultura popular....

En este trabajo, ¿cuál es tu hilo conductor?

Formalmente el color, y el retrato clásico femenino, basado en una tradición del arte hispanoamericano. Y a nivel semántico, cada cartel en un motivo de lucha contra estas abusivas leyes antiabortistas.

¿Cuál es tu postura sobre el aborto?

Claramente a favor de la legalización. Creo que el debate que genera, se debe quedar en lo privado, y cada uno actuar en acorde a su conciencia. A nadie se le puede obligar a tener un hijo/a que no desea al igual que no se obliga a nadie a abortarlo.

A la hora de representar a esas mujeres, has tenido que meterte en su cabeza para ponerte en su lugar, ¿hay algún caso que te haya marcado especialmente?

Si, es muy cursi lo que voy a decir, pero generalmente cuando leo sus historias lloro. Todas me emocionan, pero particularmente me ha tocado la de Amalia, ya que en ese caso ni siquiera se habla de si ella quería o no tener el hijo, sino simplemente de que ella tenía que estar bien primero ¿Como va a cuidar de él o ella si Amalia no está?

También me han tocado muy profundo las historias de las mujeres que abortaron por causas naturales (incluso después de una violación) y fueron encarceladas por ello. Parece que simplemente el hecho de ser mujer sea un delito.

¿Qué te parece la idea de compartir las postales en las redes sociales con mensajes de apoyo a la lucha por el derecho a decir de las mujeres? ¿qué mensaje compartirás tú en las redes sociales?

Me parece muy bonita, porque son casos que en general desconocemos y representan las injusticias que están ocurriendo simultáneamente en otras partes del mundo.
Me gustaría infundirles coraje para seguir luchando, poder decirles que no están solas, que son fuertes, y que vamos a pelear juntas.