A finales de junio, el equipo Oftalmológico, del Hospital de Cruces, recibió las fotos que envió la familia de Mohammed del área del ojo derecho, cuya órbita ocular fue operada por el Dr. Fernández Hermida el 24 de septiembre de 2014. Viendo las imágenes y la evolución de la intervención que permitió cerrarle la órbita destruida por la metralla del misil israelí, se decidió que el niño estaba listo para la siguiente fase: colocar la prótesis.
La prótesis será confeccionada en un centro de ortopedia oftálmica. El encargo tardará de dos a tres semanas. Es decir que a finales de septiembre, el rostro de Mohammed recuperará el efecto estético de tener dos ojos, aunque el derecho será una prótesis y el izquierdo mantendrá la poca visión que le dejaron las graves heridas de la metralla.
Respecto al ojo izquierdo y a las esperanzas que albergaba la familia de que el niño viera mejor, la jefa del Servicio de Oftalmología del Hospital de Cruces, Dra. Nerea Martínez Alday, afirmó durante la primera visita de Mohammed en septiembre del año pasado que no había nada que hacer, debido al daño que presentaba el ojo izquierdo y que no era susceptible de tratamiento. Todo esto fue explicado a Ibtisam Halima, tía de Mohammed que acompañó al menor en aquella ocasión y también iba en el informe médico que se dio por escrito, tanto en castellano como en inglés a la familia. Lo único que sí había posibilidad de realizar era lo estético, la prótesis.
¿Por qué es importante la prótesis en los casos de la pérdida de un ojo? Según Maite Hermana, del equipo médico de voluntarios de la ong Mundubat que cubre el viaje y la estadía de Mohammed junto con su madre Rihaf Badrán en Bizkaia, es importante que al menos la imagen corporal sea lo más próxima a la realidad posible. “La diferencia de presentarse ante el mundo así es diferente”, sostuvo.
Un cambio estético fundamental en la vida de Mohammed que aunque lleve en todo su ser las heridas y secuelas del bombardeo que destruyó su hogar y su familia en agosto de 2014 y casi lo dejó ciego, ahora experimenta la solidaridad médica de Osakidetza a través del Servicio de Oftalmología del Hospital de Cruces.
“Mohammed da un rostro humano a la solidaridad que el mundo tiene con el pueblo palestino”, afirmó Eneko Gerrikabeitia, coordinador de Mundubat. Un hecho que llama a la esperanza y que recuerda los compromisos adquiridos por los Estados después que Israel arrasó con Gaza, “la comunidad internacional se comprometió a reconstruir Gaza, sin embargo, a un año del ataque, los recursos no han llegado. Las familias siguen viviendo en los refugios, en los hospitales faltan las medicinas y no se pueden dar tratamientos dignos. El bloqueo de Israel obstaculiza la entrada de los insumos agrícolas y otros productos de primera necesidad…”
Una dura realidad que conoce de primera mano Mohammed y su madre Rihaf, aunque estamos seguros que durante su estadía en Euskal Herria también experimentarán el otro rostro del ser humano: la solidaridad y el saber tender la mano al que necesita reconstruir su mundo.
Si desea más detalles de la primera fase del tratamiento médico que recibió Mohammed en Euskal Herria entre septiembre y octubre de 2014, puede leer la siguiente nota: