Sábado, 20 de septiembre. Poco a poco, una hora antes de las 12:00 del mediodía, va llegando el personal de la ong Mundubat al aeropuerto de Loiu, en Bizkaia. El primero fue Eneko Gerrikabeitia, el coordinador general, quien pronto sería requerido por las periodistas de la televisión que han llegado a cubrir el arribo de Mohammed Badrán, el niño palestino herido gravemente por uno de los misiles que lanzó el Estado de Israel sobre Gaza, a inicios de agosto pasado. Él será ingresado en el Hospital de Cruces para continuar su tratamiento médico, después de ser operado en Amman, Jordania. 

Mohammed viene acompañado de su tía Ibtisam Saed Halima. Ella sólo habla árabe. Ante este hecho, se ha pedido a la voluntaria saharaui de la ong Fátima Zahra Lamsallak que haga de traductora y como un primer gesto de bienvenida, le entrega un ramo de lirios a Ibtisam cuando sale del área de entrega de equipaje y migración del aeropuerto, a las 12:20. Tanto Mohammed como su tía están cansados, después del largo viaje de ocho horas que los trajo de Amman, con una parada de tránsito en Estambul para subirse al avión que los transportaría Bilbao. 

La presencia de Mohammed provocó toda una avalancha de emociones entre el personal de Mundubat que a partir de aquel día de inicios de agosto que recibieron la petición de ayuda de la familia del niño palestino, se han volcado en conseguir todo lo que se necesitara para salvarle el ojo izquierdo y que no quedara ciego. Esto sólo era posible sacándolo de Gaza y operándolo en un hospital con un buen Departamento de Oftalmología. Se puso entonces en marcha la maquinaria de la ayuda humanitaria internacional, de la solidaridad. 

Y mientras se pedía al Consulado de España en Jerusalén que gestionara los permisos de salida y pasaporte de Mohammed, Mundubat hablaba con la dirección del Hospital de Cruces y el personal médico del Departamento de Oftalmología explicando el caso y si podían operarlo. La disposición a atender al niño fue inmediata, aunque hubo que esperar hasta este 20 de septiembre para que se hiciera realidad el ingreso del pequeño en este centro hospitalario, ya que por la cercanía a Gaza y tener parientes en Amman, la familia decidió que primero se le interviniera quirúrgicamente en Jordania.

 “Gracias por la ayuda que nos están brindando para que Mohammed se recupere”, tradujo ante las cámaras Fátima en nombre de Ibtisam, quien hablaba en nombre de su familia destrozada por las bombas israelís, porque el día que cayó el misil en la vivienda de Mohammed, resultaron también gravemente heridos tres de sus ochos hermanos y un par de días después del ataque, su padre murió a causa de otro bombardeo de Israel. 

De todo el grupo familiar herido, Mohammed era el más grave. Perdió su ojo derecho, y corría el peligro de quedar ciego si no era operado inmediatamente del ojo izquierdo. Según el parte médico del hospital de Amman, luego de la operación, el ojo izquierdo de Mohammed tiene un 90% de la visión y el siguiente paso en su tratamiento, es tratarle la zona del ojo derecho que perdió, debido a que el injerto para taparle la órbita del ojo que se le hizo en Gaza, cuando se le atendió de emergencia, no funcionó. Por esto se solicitó el traslado al Hospital de Cruces, donde poseen una técnica más especializada de microcirugía para proceder a cerrar la órbita derecha. 

Un vendaje blanco protege la zona del ojo derecho en el rostro de Mohammed. Su alegría se despierta cuando sube al vehículo de Mertxe, otra voluntaria de Mundubat, que los llevará del aeropuerto al Hospital de Cruces. Toca el volante del auto, la palanca de cambios,…está feliz. Su actitud cambia cuando entra al centro hospitalario y se ve rodeado de enfermeras. Él sabe ya lo que significa el dolor, y aunque todo el personal se esmera en darle una bienvenida cargada de cariño y amor, Mohammed está con miedo y se aferra al cuerpo de su tía. 

Necesita tiempo. Todo el mundo comprende su reacción, y solo vuelve a mostrarse animado hasta que habla con su familia en Gaza por teléfono. “Deseo que se recupere rápidamente”,… es uno de los mensajes que las personas han escrito en el Facebook de Mundubat, al enterarse de su llegada a Euskal Herria. Y mientras el equipo médico le trata las heridas físicas que le han dejado las bombas de Israel, las del corazón serán en parte cubiertas por la solidaridad que sentirá de la gente. 

Mundabat se ha hecho responsable de cubrir los gastos de traslado y tratamientos médicos. Para recaudar el dinero de esta acción, se organizó la campaña “Acción de ayuda urgente al niño palestino herido Mohamed Badrán”. Por Internet se pueden hacer los donativos Ver aquí 

Y también se abrió la siguiente cuenta bancaria: se llama Solidaridad con Gaza, de la Fundación Mundubat, Caja Laboral: 3035 0083 26 0830065008 

La familia del pequeño envió, el viernes 19 de septiembre, un día antes de la llegada de Mohammed a Euskal Herria, el siguiente mensaje para todas aquellas personas que están ayudando al niño: “En nombre de mi familia quisiera agradecer a todos vosotros por todo lo que estáis haciendo y lo que ya habéis hecho. Que Dios os bendiga. Espero que Mohammed una vez que regrese del tratamiento y estemos satisfechos con la situación, podamos celebrar todas juntos ya reunidos”.