El pronunciamiento se dio dentro del marco de las Jornadas Mesoamericanas de Economía Feminista, por sus 10 años de lucha,:
Nosotras, Mujeres Mesoamericanas en Resistencia por una Vida Digna, delegadas de 80 organizaciones presentes en México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá, en el marco de nuestro décimo aniversario y después de tres días de análisis, hemos concluido en la urgente necesidad de:
1. Denunciar a nuestros gobiernos criminales y corruptos, a las iglesias cómplices e hipócritas que permiten y promueven la violencia contra las mujeres.
2. Levantarnos contra el saqueo, el despojo y la destrucción de nuestros territorios, del agua, de nuestras semillas y nuestra diversidad natural y cultural;
3. Desmantelar a las instituciones y prácticas patriarcales y neoliberales, que empobrecen a nuestros pueblos en general y a las mujeres en particular;
4. Renunciar a las políticas que nos hace dependientes de los grandes capitales o nos hace esclavas de las necesidades de los otros, luchar por la autonomía y soberanía de nuestros cuerpos, de nuestros territorios y revalorizar nuestro conocimiento y trabajo.
Por eso llamamos a todas las mujeres, independientes y organizadas de la región a resistir, organizarse y participar en las luchas. A los hombres y toda la sociedad a responsabilizarse por conservar la vida y construir las alternativas para salvaguardar, liberar nuestros territorios y enfrentar los grandes poderes patriarcales, racistas y económico-militares que nos oprimen.
También denunciamos que en el último año aumentaron tanto la pobreza como la violencia contra las mujeres, debido a la imposición de cientos de proyectos mineros, hidroeléctricos, agro-negocios, turismo inmobiliarios y otros mega-proyectos que privatizan y destruyen las fuentes de agua y el acceso a la tierra; así como a la criminalización del movimiento de mujeres, que provoca el asesinato de miles de luchadoras en defensa de la tierra, otras muertas por falta de acceso a la salud, mientras crece el número de encarceladas.
Además se fomenta la violencia feminicida, las violaciones sexuales, el abuso y el embarazo de miles y miles de niñas en la región cada año; las acciones que comercializan el cuerpo de las mujeres con la trata de personas y la migración obligatoria de mujeres; las políticas de militarización contra la libertad y la paz de nuestros territorios; las políticas que nos imponen semillas transgénicas condenándonos al hambre y la dependencia; las políticas de privatización que recargan de más trabajo a las mujeres; las políticas de aumento de ganancias de las empresas por reducción de los derechos laborales que nos expone a más vulnerabilidad; la discriminación contra las mujeres sexualmente diversas y la continuación de la colonización cultural contra los pueblos originarios y afrodescendientes.
En adelante seguiremos trabajando en nuestro propio proyecto emancipador para construir con nuestras propias manos y corazones una sociedad justa donde las mujeres podamos ser felices.
¡A esos poderes que nos discriminan y explotan nos declaramos en Resistencia,
y les decimos que no nos vamos a rendir hasta que las transformaciones por las que luchamos, sean una realidad.!
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