Ya de vuelta en Bilbao, la valoración de los resultados es positiva. Según Markiegi, el Plan de Trabajo para los próximos cinco años, tiempo que coincide con el mandato de Sánchez Cerén, fue coordinado con 17 organizaciones que estuvieron en el Foro de dos días de debate y concertación de planes estratégicos con las organizaciones socias salvadoreñas, así como en los diferentes encuentros con otras organizaciones de Derechos Humanos con la intención de profundizar el trabajo. 

 “Priorizamos entre los objetivos, el apoyo a los esfuerzos del nuevo Gobierno del FMLN para profundizar la democracia, mejorar la distribución de la riqueza y la atención a los más desfavorecidos”, explicó Markiegi. 

Los objetivos giran alrededor de los tres ejes de trabajo de Mundubat: Género, Soberanía Alimentaria y Derechos Humanos. En el primero será importante la consolidación de los avances legales en temas de igualdad, equidad y violencia intrafamiliar, asimismo fortalecer a las organizaciones de mujeres y feministas en el empoderamiento de las mujeres y que estas asuman, cada vez más, responsabilidades políticas y sociales. 

Por su parte, lo que se promueva con la agenda de Soberanía Alimentaria buscará reforzar las Organizaciones de la Vía Campesina. El gran paraguas incluirá la agroecología, la producción, créditos, mercados locales, certificación de semillas criollas y nacionales, diversificación de cultivos agroecológicos, capacitación de líderes y lideresas. ¿De dónde saldrán el dinero que financiará todo esto? La apuesta es llegar a un acuerdo con Alba Alimentos, la Unión Europea y otras instituciones donantes. 

Alba Alimentos es una empresa salvadoreña, creada con los beneficios de la venta del petróleo de Venezuela, y que financia la producción agrícola que facilita la alimentación de las amplias mayorías. Si todo va bien, se llegaría a dar cobertura a programas en toda Centroamérica. El próximo 26 de junio será la reunión para concretar el plan de trabajo. 

Vida con justicia 

Y, finalmente, la acciones en el campo de los Derechos Humanos priorizarán la consecución de leyes que garanticen el Derecho a la Alimentación, el Derecho al Agua, el Derecho a la Educación, el Derecho a la Salud Universal y a los Derechos Individuales, como el reconocimiento de las víctimas del conflicto armado (entre 1980 y 1992 se dio una guerra civil en El Salvador), la recuperación de la Memoria Histórica, la exigencia de justicia por las masacres ocurridas y la búsqueda de los responsables, así como una garantía de la pacificación y la vida en común con justicia. 

 Un apartado especial ocupará la juventud, dentro de los Derechos Humanos. ¿Qué juventud? Mundubat seguirá centrando su energía en las muchachas y muchachos que viven en las áreas marginales, urbanas y rurales. El reto es brindarles capacitaciones, educación y apoyarlos en la búsqueda de puestos de trabajo, junto a salidas colectivas. Una estrategia que impide que avance el clima de desintegración familiar y social, caldo de cultivo de las maras y las mafias criminales. 

Con amenazas 

“A estos grupos les interesa la desestabilización”, concluye Markiegi, quien confiesa que ya en el equipo de sus socias (PROCOMES especialmente) tienen que lamentar pérdidas humanas por la ejecución de estos programas en los Municipios salvadoreños de Mejicanos, Apopa, Ayutuxtepeque, Nejapa, Quezaltepeque y Soyapango. El trabajo lleva cuatro años en marcha. “Los resultados son positivos, aunque con mucho riesgo para el personal. El último muerto fue la semana pasada. Una lideresa, a la cual descuartizaron. También, en el año pasado, quemaron un bus con una cuadrilla de líderes de PROCOMES en Mejicanos”. 

Es un hecho que las maras quieren bloquear los programas de capacitación, empoderamiento y búsqueda de salidas laborales de las y los jóvenes. Y ya pasaron a la estrategia de asesinar, sin embargo ante la conciencia de que la única forma de debilitar a estos grupos es fortalecer los programas, se continúa en la lucha y el nuevo Gobierno lo quiere apoyar en profundidad también.

 “El Presidente Sánchez Cerén está muy interesado en que se mantenga esta línea de trabajo, aunque tiene un problema serio por la ausencia de fondos, pero cree que los conseguirá”, dice Markiegi. “Entre sus opciones está la renegociación de la deuda, el pago tributario de las grandes fortunas, la persecución de los grandes defraudadores de la Hacienda Pública o conseguir el apoyo de la Unión Europea o de los Países Bajos”. 

El equipo de Mundubat asume el desafío que significa seguir en El Salvador, uno de los países más violentos del mundo pero donde se ven signos de esperanza y hechos concretos de que el país toma otro rumbo, sobre todo en estos momentos que ha asumido la jefatura del Estado un Gobierno de izquierda. 

Actualmente, la compañera Clelia López asumió la coordinación de la Delegación de Mundubat en El Salvador ante la partida de Sandra Guevara, quien ahora es la Ministra de Trabajo. Ella tendrá el apoyo del compañero Salvador (Chamba) Orellana, quien acompañará el diseño del plan de 5 años de la Delegación de El Salvador, coincidiendo con el nuevo período gubernamental. Plan que contará con los tres ejes de la organización y que será a su vez coordinado desde Bilbao, en sus respectivos ejes y coordinación técnica. Además, apoyará a la Delegación en los ejes de Soberanía Alimentaria y DDHH.