En esta casa señorial, de amplios salones con paredes blancas y muebles de la época de su antiguo dueño, el dictador Franco, se recibió con todos los honores a las tres personas que tenían ante sí un gran reto: dibujar con sus palabras el actual proceso de paz y en especial, intentar explicar cómo se construirá la paz en un país como Colombia, con una conflicto que ya supera los 50 años. 

Eneko Gerrikabeitia, coordinador de Mundubat, anunció que el compromiso de la ong vasca con el pueblo colombiano, y en especial con el que más ha sufrido el embate de los diferentes grupos armados, llámense afrocolombianos, indígenas, mujeres, perseguidos políticos, clases populares, seguirá y que se apoyará el proceso de paz que decidan los y las colombianas. Además recordó que la presencia de Mundubat en tierra colombiana está firmada con sangre, ya que Iñigo Egiluz, cooperante de la ong, fue asesinado por los paramilitares un 18 de noviembre de 1999, precisamente hace 15 años, en El Atrato, Quibdó.

“Todo es imposible hasta que se hace realidad”, dijo en su día Nelson Mandela y el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, quiso compartir la frase con los presentes en el acto de la mesa redonda, la noche del 27 de noviembre. Él era el primero en aceptar la difícil tarea que tienen en estos momentos toda la gente involucrada en el proceso de paz en Colombia, pero también confesó que es una oportunidad de “aprender”, ya que también “vivimos un conflicto con raíces políticas” y agregó, aunque advirtiendo de que era consciente de las diferencias de los conflictos,: “pero tenemos un mismo objetivo, lograr la paz”. 

Después de esta bienvenida y dar las gracias a las instituciones que hicieron posible la actividad (Ayuntamiento de San Sebastián, Diputación de Gipuzkoa y la Asociación Europea de los juristas por la Democracia y los Derechos Humanos en el Mundo (ELDH)), fue el turno de las ponencias. 

El analista 

Asistente del decano de la Escuela de Derecho de la Birkbeck University of London, y colaborador del Instituto Birlbeck de Humanidades. 

De entrada, Guardiola pidió a toda Colombia que crea que el conflicto tiene una solución, de que no es una tragedia única a pesar de ser uno de los más longevos, por sus 50 años. Asimismo puso en la lista de cosas urgente por hacer, el abrir el sistema político para que lleguen otros, “ya que este sigue en manos de los mismos grupos o familias de principios del siglo pasado”. ¿Lo segundo? Bloquear las fuerzas oscuras que a medida que avanzó la discusión de los temas fueron adquiriendo el rostro del narcotráfico, las grandes multinacionales, los comerciantes de armas,… 

Él se apunta a la campaña de liberar a la palabra paz, porque en estos momentos la han secuestrado los políticos y en consecuencia, la vaciaron de contenido. “Nos corresponde adueñarnos de ella”, aseguró. Por tanto, la paz en positivo implica, por ejemplo, a nivel local, en Colombia, anular el paramilitarismo que controla regiones enteras y fortalecer las comunidades en su organización política. 

Sin embargo, para Guardiola, en estos momentos, es la paz negativa la que domina la agenda del proceso colombiano, porque no se discuten los temas serios como la propiedad de la tierra y el papel de las multinacionales.

La política

Ex senadora y representante de Colombianos y Colombianas por la paz. 

Tajante. Apasionada. Córdoba afirma que el proceso de diálogo no tiene reversa, a pesar de los intereses de muchos en “fregarlo” y de que las inmensas desigualdades que existen en Colombia y la violencia no ayudan a mantenerlo.

Esta política llama “tozudo” al Gobierno colombiano por evitar la participación ciudadana en el proceso de diálogo. Defiende el derecho de la gente a estar desde el primer momento en todo lo que se acuerde y reclama una asamblea constituyente, donde participe el pueblo y exige para ello el acompañamiento internacional. “Nos hemos ganado la paz, hemos luchado por ella”, sostiene.

Tampoco quiere que por ser de la oposición, se le califique en automático de “guerrillera”, “terrorista”, de las FARC o del ELN. Es decir, sí en Colombia realmente existe una democracia tiene que existir el estatus de la “Oposición” sin la amenaza de terminar en la cárcel por ejercer el derecho de oponerse o criticar al Gobierno. “Colombia tiene que ser capaz de crear derechos”, señala Córdoba y no puede evitar decir que algunos quieren que la paz no les cueste nada y que a la cárcel, sólo los guerrilleros. “Tenemos que remover esos nudos que no se pueden tocar”.

Facebook de Colombianos y Colombianas por la paz

La representante del Gobierno 

Asesora de Sergio Jaramillo, Alto Comisionado para la Paz, Colombia. 

Sus primeras palabras a título personal. “La paz sí cuesta”, dice Maya, quien se siente animada de que lo conseguirán gracias a las voces de apoyo que vienen desde fuera. “Nos llenan, nos animan”. 

Lo siguiente, como Gobierno. Creen en el proceso de paz, el cual lo consideran una oportunidad única, pero no se anda por las ramas al confesar que si no funciona, la próxima oportunidad no la verá ella ni nadie de su generación.

El trabajo se centra en pactar el fin del conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y luego con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Eso sí, las conversaciones se realizan bajo el principio de que “nada está acordado hasta que todo esté acordado” y sin despejes de territorio ni cese de operaciones militares.

Actualmente, después de superar la primera fase que fue exploratoria y que se llevó en secreto, el proceso de paz se encuentra en la segunda fase que conlleva darle contenido a la agenda que si avanza tiene como meta el acuerdo final. 

Un acuerdo final que inaugurará la fase de transición, donde se ejecutará todo lo acordado y que terminará formalmente el conflicto. Según Maya, uno de los pilares de la paz será la participación ciudadana que a su vez exigirá abrir nuevos espacios para que la paz no sea retórica y augura que “no se busca un intercambio de impunidades, sino la aceptación de responsabilidades y resarcir a las víctimas del conflicto”. 

Y sin reparos indicó que una de las principales garantías de la paz será el rol que jugará la comunidad internacional y que el Gobierno está abierto a realizar “este ejercicio difícil de construcción de confianza”.

Visite la página: www.mesadeconversaciones.com.co

También puede visitar la página: www.altocomisionadoparalapaz.gov.co

Manifiesto final del Encuentro Internacional de apoyo al proceso de paz en Colombia:

Castellano  Euskera  Inglés

Y las adhesiones al Manifiesto final Ver aquí

Comunicado de las FARC y el ELN remitido al Encuentro Pinchad aquí

Vídeo de la Mesa Redonda, del jueves 27 de noviembre, en la cual Piedad Córdoba, Martha Maya y Óscar Guardiola analizaron la situación del proceso de paz en Colombia y los retos de futuro Pinchad aquí