Mohammed es un niño fuerte y muy inquieto a pesar de que en su rostro y cuerpo se ven las cicatrices de las armas de la guerra que hace más de un año le cambiaron la vida, dejándolo con graves heridas especialmente en sus ojos. El derecho lo perdió y el izquierdo presenta serias limitantes.
El 3 de septiembre de 2015, Mohammed llegó a Bilbao para seguir el tratamiento médico con el Equipo Oftalmológico del Hospital de Cruces. Era el momento de ponerle la prótesis en el área del ojo derecho que había sido reconstruida el 24 de septiembre de 2014, durante la primera estadía en Bizkaia.
Después de examinar a Mohammed se enviaron las medidas al protésico que comenzó el trabajo, el cual requirió varias pruebas con el niño. Osakidetza, el Servicio vasco de salud, asumió el costo del tratamiento y de la prótesis. Asimismo, el personal médico examinó el ojo izquierdo y no observó variación respecto a la situación de hace un año: no era susceptible de tratamiento por los daños que presentaba el ojo izquierdo.
Esto último fue un duro golpe para la madre de Mohammed, Rihaf. Ella aunque tenía los informes médicos de hace un año y donde se explicaba la situación del ojo izquierdo del niño, guardaba siempre la esperanza de que los médicos podían devolverle la visión a su hijo.
En la Franja de Gaza, Mohammed asiste a un colegio para niños con graves déficit visual y como no disponen de suficientes máquinas Brailler, Mundubat le compró una que le ayudará en su desarrollo educativo. Esta formaba parte del equipaje que llevaba a su tierra el pasado viernes, además de sus nuevas gafas de sol.
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Equipo médico del Hospital de Cruces pondrá la prótesis solidaria a Mohammed