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Se necesitan escudos humanos en Buenaventura

17/06/2015 | Mundubat

Los pide María Nieves Torres, lideresa del Espacio Humanitario Buenaventura, en Colombia. Es lo que podría frenar en estos momentos la estrategia de terror y el asesinato del pueblo afrodescendiente que lucha por su tierra que ahora es codiciada por el capitalismo salvaje que invierte en El Puerto Aguadulce y El Malecón Bahía de la Cruz.

Antes de tomar la palabra en la conferencia que dio en el Hika Ateneo, en Bilbao, el pasado 16 de junio, quiso que el público viera el vídeo titulado “Y el mar volvió a reír”. Respetaremos su deseo, y también aquí ponemos el link a este relato escalofriante que comienza con la voz de un niño de Buenaventura que cuenta como matan a sus vecinos, cortándolos a pedazos que después lanzan al mar.

Y el mar volvió a reír

Las lágrimas inundaban los ojos de María Nieves mientras avanzaban las imágenes del vídeo… Cuando habló se puso frente a la gente. No quería ninguna barrera entre ella y las personas que se habían acercado para escuchar su testimonio y la investigación Buenaventura, el despojo para la competitividad. “Soy comunidad”, fue lo primero que dijo e inmediatamente pidió disculpas por lo que íbamos a escuchar, pero por muy duro y macabro que parezca a las personas que viven en Bilbao era lo que ha vivido y seguirá viviendo, y su esperanza es que tal vez contándolo aquí siga viva ella y sus vecinos y vecinas. “En Colombia no puedo hablar, no me dejan. No puedo desahogarme”. 

También explicó que estaba bastante afectada porque hacía un año que habían sucedido los asesinatos que se contaban en el vídeo, entre ellos los de su hijo de 16 años, Óscar Fernando Torres. “Ayer (15 de junio), el Espacio Humanitario Buenaventura cumplió un año y hace 10 meses, las mujeres, las vecinas, que yo había acompañado cuando asesinaban o desaparecían a sus esposos o hijos o violaban a sus hijas, me acompañaron cuando mataron a mi hijo”, contó con voz entrecortada, pero firme. 

Y con la misma contundencia que sostuvo que es comunidad, confesó “soy amenazada”. María Nieves tiene clara la razón del asesinato de su vástago: “para darme una lección mataron a mi hijo”. 

Después tuvieron el descaro de llamarla por teléfono y ofrecerle 20 millones de pesos para que abandonara su lucha con el Espacio Humanitario Buenaventura, creado por la población que estaba agotada con el reclutamiento y hostigamiento de los grupos armados hacia los niños y niñas y como una manera de proteger su vida e integridad física, así como preservar los derechos territoriales. Uno de los asesinatos que movió a la gente fue el de Marisol Medina Arboleda, desmembrada en una “Casa de Pique”, en febrero de 2014. Antes de matarla la habían torturado. 

-Van a resucitar a mi hijo-, contestó María Nieves al que la llamaba por teléfono. –A Yuri que lo picaron. Les van a devolver a las madres los cuerpos de sus hijos que solo han hallado la cabeza, un pie o una mano-.

Los pedazos de cuerpos humanos que flotan en la mar son la prueba de que existen las “Casas de Pique”, sin embargo, “para el Presidente de Colombia, el alcalde de Buenaventura no hay Casas de Pique”, señaló María Nieves, quien describe al detalle la forma de operar de los grupos armado que los hostigan para que abandonen sus viviendas, edificadas en terrenos ganados al mar, construidos sobre basuras y escombros que por años acumularon para poderse establecer ahí después de ser desplazados de la ribera de los ríos, donde operaban la guerrilla, los paramilitares y el ejército:

“Los incendios son de noche. Le ponen fuego a una casa y como todas son de madera, se queman 20 casas de un solo. Y no podemos volver a construirlas porque son zonas de alto riesgo, pero para los empresarios que hacen los hoteles sí hay permiso de las autoridades para hacerlos. A nosotros no nos dan títulos de propiedad, pero al empresario sí.”. 

-Para nosotros, el mar es para sacar la comida y para los inversores, sacar la plata-, denuncia María Nieves, quien, según las autoridades colombianas, “es la que se opone al desarrollo”. 

Ella niega tajantemente la acusación y pone los puntos sobre las íes: “Sólo pedimos que concertemos y que no nos maten”. 

Y los hechos hablan por sí solos también. Hace un mes violaron a cinco niñas,… “y esto no se puede decir. Tampoco que se encontró una mano en la mar, porque no van a llegar los turistas a Buenaventura”. 

-Yo no he llorado a mi hijo porque me dio rabia-, confiesa cruzada por el dolor de una madre que busca fuerza en medio de la tragedia y su cáncer de nueve años que “no ha podido matarme”, admitió con valentía. “No sé cuando me voy a morir, pero yo sé que cuando regrese a Buenaventura, el alcalde me va a llamar y entonces le diré: ¿por qué no me habló cuando mataron a mi hijo delante de los soldados?”

A su vuelta a Colombia, este miércoles 17 de junio, la recibirá su gente que ha defendido el Espacio Humanitario Buenaventura mientras viajaba a Ginebra, Bruselas, Madrid, Gasteiz-Vitoria y Bilbao a denunciar la masacre que comente el capitalismo salvaje con su pueblo, pero además ella les explicará las ayudas conseguidas para que las personas que se fueron huyendo de la violencia puedan regresar a sus casas. 

-¿Qué es lo más urgente que necesita el Espacio Humanitario Buenaventura?-preguntamos durante su conferencia en Bilbao. 

-Internacionalista que vayan a vivir a Buenaventura, que estén entre nosotros. Ya tenemos una casa donde alojarlos. Porque hemos visto que la presencia de extranjeros es lo único que a veces detiene a estos grupos armados en sus ataques a la población, porque estos denunciarían a nivel internacional los crímenes que comenten y a ellos sí los escucharían aquí-, contesta sin dudarlo María Nieves. 

El público guarda silencio.

Para leer:

Buenaventura, el despojo para la competitividad

En una gira internacional Buenaventura cuenta su desventura por los grupos armados

Se presentó Informe Buenaventura, el despojo de la competitividad

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